Qué es la realidad virtual, cómo funciona y cuáles son sus retos futuros son preguntas clave para la tecnología y la innovación. Vamos desgranar sus interesantes respuestas a lo largo de este artículo. ¡Empezamos!
Qué es la realidad virtual
Si en el artículo anterior hicimos un recorrido histórico por la Realidad virtual y en concreto por las gafas VR, aquí vamos a definir qué es y cómo funciona.
Si nos ceñimos a la definición que nos da la RAE sobre el concepto Realidad virtual, descubrimos lo siguiente:
“Representación de escenas o imágenes de objetos producida por un sistema informático, que da la sensación de su existencia real.”
Esta definición, aunque cierta, es bastante general, y si pensamos en qué entendemos a día de hoy, seguro que se nos vienen muchos más conceptos a la mente: Realidad aumentada, experiencia inmersiva, vídeos en 360 grados…
De hecho, la VR hoy en día es una inmersión en un nuevo mundo, cualquiera que se pueda mostrar a través de las gafas VR y a través del sonido. Además, cada vez son más los accesorios que se añaden a la experiencia, como guantes que nos hacen captar sensaciones táctiles. Gracias a todo esto, cada vez esa sensación de estar en otro lugar, real o imaginaria, está más y más conseguida.
Los avances en su accesibilidad y en la sencillez de uso de los dispositivos, han ido consiguiendo que la Realidad virtual haya traspasado el mundo de los videojuegos y el entretenimiento, y llegue a la medicina, a la cultura o incluso a los eventos deportivos.
Podemos marcar el año 2016 como el año de la Realidad virtual por excelencia. En es momento, ya se encontraban en el mercado varios modelos bastante competitivos, como el Samsung Gear VR, y se lanzaron tres más de gran éxito, ampliando enormemente el público de la VR hasta el día de hoy.
Cómo funciona la Realidad virtual
Para entrar en detalles sobre el funcionamiento de la Realidad virtual, vamos a empezar por los dispositivos que son necesarios para sumergirse en la experiencia.
Normalmente, se trata de unas gafas VR conectadas a un hardware, que el que permite la reproducción del contenido que vamos a consumir a través de las gafas. Ese hardware puede ser un ordenador al que conectemos las gafas VR, pero también hay dispositivos específicos como el Oculus rift o el StartVR.
También habrás visto ejemplos en los que el propio smartphone la CPU y la pantalla de los que vemos en las gafas, gracias a bifocales que producen un efecto estereoscópico.
Si antes de esta última era la comercialización de dispositivos de realidad virtual ha fracasado, ha sido en mayor medida porque éstos no contaban con la tecnología suficiente para generar una experiencia realmente inmersiva. Hoy en día, los dispositivos VR cuentan una serie de condiciones que consiguen hacer de la experiencia VR algo atractivo para los usuarios:
- Tasa de refresco: Este parámetro se refiere a la fluidez de la imagen al interactuar con nuestro movimiento. La tasa de refresco se mide en Herzios, y para entender fácilmente por qué es importante, no habría una buena tasa de refresco si moviéramos la cabeza durante la experiencia VR y de pronto la imagen no se viera bien porque no le ha dado de cargar. La idea es que miremos donde miramos tengamos la sensación de estar realmente delante de lo que estamos viendo.
- Resolución de imagen: Si la calidad de imagen es pobre, difícilmente vamos a creer lo que estamos viendo. La experiencia VR 360 de Vocces cuenta con una resolución de 1920 X 1832 por ojo, lo cual es bastante alto.
- Sensores de movimiento: Ya que parte de la experiencia es que podamos movernos para interactuar con el espacio, los sensores de movimiento nos permiten ubicarnos dentro del espacio y registrar nuestros movimientos. No vemos una sala igual desde una esquina que desde la contraria, y estos sensores nos permiten tener esta sensación es estar desplazándonos.
- Ángulo de visión: Poder tener información visual miremos donde miremos es lo que permite la grabación en 360 grados en el caso de los vídeos. Arriba, abajo, a los lados… No nos perderemos nada de los que estamos viendo.
- Área de rastreo: Se trata de la superficie dentro de la cual nuestros movimientos pueden registrarse. Una de las mayores áreas de rastreo actuales es unos 4,5 x 4,5 metros, lo cual nos da un espacio considerable para movernos y disfrutar de la experiencia.
La Realidad virtual en el futuro
Uno de los principales retos es tener dispositivos lo bastante potentes para conseguir una experiencia de VR aún más realista. Por ejemplo, en el caso del uso doméstico de la realidad virtual, ahora mismo son necesarias tarjetas de memoria realmente potentes. Por eso, el objetivo a largo plazo es optimizar esta necesidad gráfica para que la realidad virtual se haga aún más accesible.
Otro aspecto a desarrollar aún más en el futuro es la capacidad gráfica de la realidad virtual. No solo por su resolución, sino por su capacidad, por ejemplo, de representar efectos en 3D, recrear al fin y al cabo imágenes imágenes como las que veríamos a simple vista.
Además, las aplicaciones de la realidad virtual fuera del ámbito de los videojuegos está solo empezando a perfilarse.
¡Cuánto nos emociona ser parte de este maravilloso mundo tecnológico a través de nuestra experiencia VR 360! ¿Cómo funciona?
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Toma asiento y ajusta tus gafas VR y ¡disfruta de la experiencia!
Y a ti, ¿también te apasiona la innovación y la tecnología?